Alejandra Escribe Aquí | Estudio & Creatividad

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Yo de verdad quería que el título de esta entrada fuera "Vuelve a la rutina sin morir en el intento" pero me sentí supremamente hipócrita si escribía algo así porque la verdad es que yo misma estoy muriendo en el intento.

Entonces tuve que cambiar el título porque ante todo ser coherente.

Pero a pesar de que me estoy muriendo, estoy haciendo algunas cosas para intentar sobrevivir, ¡porque realmente lo estoy intentando! Así que pensé que quizá estas cosas que a mí me han servido también podrían ayudarte a ti y por eso te las comparto con amor y tristeza a la vez.

Empecemos...




El contexto de esta entrada es que llevo casi 5 meses en paro de la universidad, es decir 5 meses sin clase, es decir 5 meses sin estudiar, es decir 5 meses haciendo todas las cosas que amo pero no puedo hacer todo el tiempo mientras estoy en la universidad, es decir 5 meses de la vida que quisiera para el resto de mis días (aunque incluiría los ingresos en la ecuación), es decir 5 meses de felicidad profunda para mi artista interior.


Todo ha sido rico y delicioso pero debo aceptar que hay que volver a la universidad y hay que volver a estudiar a ver si me gradúo algún día.


No sé si tu también debas volver a la universidad o debas es volver al trabajo luego de unas deliciosas vacaciones, pero si piensas en eso y se te parte el alma, es probable que el proceso te esté dando tan duro como a mí, pero como dije, es lo que hay y es lo que toca hacer.

Si a pesar de estar muriendo quieres sobrevivir (que supongo que sí porque por eso es que estás leyendo esto) aquí te van algunos micro consejos que espero puedan ayudarte a volver a la rutina teniendo al menos salud mental.



1. Mantén la calma 

El secreto del regreso está en mantener la calma.


Especialmente si volver a la rutina te genera tanta ansiedad como a mí que una noche de tanto pensarlo casi no me deja conciliar el sueño.

Yo sé que suena obvio pero te lo digo porque pensarlo y recordarlo a mí no me cayó nada mal.

Yo soy una persona muy ansiosa, especialmente cuando siento que no tengo bajo control cosas que son mi responsabilidad, como en este caso es estudiar.

Entonces mantener la calma de verdad que es un consejo esencial, especialmente porque cuando la ansiedad lidera tu cabeza no logras pensar nada claramente y no logras encontrar salida ni solución a cualquier micro problema quedándote a vivir en un círculo vicioso que funciona así:


Te da mucha ansiedad no estudiar pero no estudias porque tienes demasiada ansiedad.


¿Te suena, eh? No estás solo/a. Es un asco, pero calmarte puede ayudarte a estar mejor, y si sientes que es algo que se te sale de las manos busca terapia psicológica, que es el mejor regalo que podrías darte.

Luego de tener presente constantemente que tenemos que mantener la calma es cuando estamos listos para pasar al siguiente punto.



2. Retorna a las actividades de forma progresiva


Sé que hacer esto da mucha, muchísima pereza y también sé que no aplica para todas las actividades pero para las que sí es un acto que realmente ayuda.

Muchos (y no digo todos porque yo soy una de las que no entra en esa categoría) durante las vacaciones (o el paro en el caso de casi todos los estudiante de universidades públicas del país) quieren es dormir hasta tarde y trasnochar viendo series o películas, y este detalle choca con que la realidad de que tendrás otra vez las maldingas clases de 6am que deberían ser inconstitucionales, o un horario de trabajo que comienza entre 7 y 8am.


Así que por ejemplo volver a levantarte temprano de forma paulatina es una de las cosas que puede ayudarte a sobrevivir al volver a la rutina.

Es decir, si llevas equis tiempo levantándote a las 11am, mi propuesta es que unos días antes de la fecha en la que vuelves a estudiar/trabajar puedes poner la alarma para levantarte cada día una hora antes, es decir el lunes a las 10, el martes a las 9, el miércoles a las 8, el jueves a las 7, y el viernes, sábado y domingo a las 6am.

Sí, sí, sí, sé que puedes pensar que estoy loca por sugerirte madrugar el fin de semana ¡y justo el último que tienes para hibernar como marmota!

Pero en realidad va a ayudarte a no morir luego en esa clase de 6am o en la hora del almuerzo del trabajo.

Además recuerda que yo te doy mis consejos pero la decisión de si los aplicas o no es completamente tuya.

Otras actividades a las que podrías regresar progresivamente son: estudiar o repasar (especialmente si como yo no estás en vacaciones sino en paro y el semestre quedó empezado), bañarte en la mañana justo luego de levantarte o de desayunar (nah, no vengas a decirme que esto igual lo hacías en vacaciones porque no te creo na', todos nos bañanos en la tarde, en la noche o incluso no nos bañábamos siendo un día nodomingo) y comer a las mismas horas en las que podrás comer también la universidad o el trabajo.


3. Recuerda tu horario

Mi confesión es que yo había olvidado el mío.
¡Hey, no me juzguez, 5 meses sin estudiar es mucho tiempo!

Si eres un humano que va a empezar semestre este consejo también es para ti, porque es probable que hayas organizado tu horario a la hora de matricularte y ya no recuerdes cuál es.


El hecho de recordar tu horario (te recuerda el poco tiempo libre que tendrás disponible) te ayudará a planear y organizar las actividades que realizarás cuando vuelvas a esa cotidianidad.


Te pongo un ejemplo conmigo: yo publico una entrada nueva en este blog todos los sábados a las 10:30 am (puedes anotar esa info en algún lado si quieres estar pendiente) Eh, guiño guiño. Ah, pero recuerdo que tengo clase los sábados de 7-1pm (desearía que esto fuera mentira pero es real), entonces sé que tengo que programar la publicación de la entrada desde el viernes y recuerdo que el viernes tengo clase 6-12pm.

Si en estos meses yo me hubiera acostumbrado a escribir las entradas los viernes en la mañana ya sabría que de ahora en adelante no podría hacerlo y tendría que buscar otro espacio para escribir según mi tiempo disponible en semana.

¿Ves que sí es útil?

Recordar nuestro horario nos ayuda a ver mejor los tiempos y poder planear otras actividades.



4. Planea espacios de creación y descanso


La mente (especialmente la ansiosa) te agradecerá si le aclaras que el futuro no es tan caótico como ella piensa e imagina que es.

Entonces planear e insertar en tu horario disponible espacios de creación y descanso es clave para que te motives un poco a volver a la rutina porque ves como una posibilidad no tener que sumergirte 100% en el estudio o el trabajo y eso alegra a cualquier humano creativo o no, (aunque yo insisto que todos somos creativos).

Genera como un fresquito, y te hace pensar que no todo es tan terrible y que el horizonte no es tan oscuro.

Incluso si amas tu trabajo, debes permitirte tener momentos de descanso y esparcimiento porque el cerebro se agota de estar horas y horas en el mismo lugar haciendo la misma actividad.



Auto spam: quizá te interese:Aprende a crear: creando o
 
Instrucciones para despertar tu creatividad.




5. Ordena tu espacio

Este paso es la cereza del pastel, es decir tú haces esto y ya es como ponerte la 10 y decir "¡Listo, cómo fue!" o "Píntelas que yo las coloreo".

Bueno, puedo estar exagerando, pero casi casi.

Ordenar el espacio en el que vas a pasar la mayoría de tu tiempo es fundamental para guiar al cerebro camino a la rutina y hacerle más fácil el trabajo de volver a ella.

Intenta adueñarte y personalizar todo lo que necesites ese espacio, pero ante todo busca que sea cómodo e iluminado, la decoración es un proceso lento y no por que el espacio no tengo todo tu sello personal es menos útil, aunque no les niego que hacerlo bonito alegra muchísimo a nuestro artista interior.



Estoy segura que con estos consejos lograrás sobrevivir al regreso a la rutina, y aunque es probable que los primeros días aún tengas mucha pereza y sueño, al menos tendrás menos ansiedad y eso te permitirá lograr hacer muy bien todo lo que tengas pendiente.

Un abrazo.


       -Alejandra

Derechos de autor: la fotografía de portada es de rawpixel en Unsplash
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A lo largo de mi vida he usado mil planeadores y agendas como método de organización pero siempre terminaban acumulados en un cajón porque no me se adaptaban a mí.

La razón principal para abandonarlos es que me agobiaba mucho tener hojas en blanco, especialmente al inicio del año que es una época en la que uno descansa y no hace aún nada con su vida pero no necesita que su agenda le recuerde su vagancia e improductividad. 

Además nunca me acomodaba al espacio disponible que tenían los días, era muy microscópico el de los fines de semana, que puede ser el que más necesito como estudiante porque son los días en los que más ocupada estoy, y a la vez el espacio de la semana o se me quedaba corto o lo veía muy vacío porque existen días muy ocupados y días muy desocupados.




Después de mucho buscar, en diciembre del 2017 encontré un método que parecía adaptarse a mí y ser todo lo que yo necesitaba. Me propuse llevarlo a cabo durante todo ese año (literalmente fue uno de los propósitos de año nuevo) y hoy dos años después sigo utilizándolo, o sea que funcionó y es el elegido.


Este método de organización es el Bullet Journal.


¿Te suena? Si te gusta la organización, la papelería, el orden y la productividad es muy probable que te hayas cruzado alguna vez en redes sociales con el hashtag #BulletJournal o #Bujo; estos hacen referencia a este método de organización.

Empezaré entonces a contarte todo acerca del Bullet Journal.




Es un método de organización que involucra tanto la planeación como la organización y ejecución de tareas. Ryder Carroll su creador lo define en su página oficial como un sistema de organización personalizable e indulgente.

El diseño es tu decision pero lo más importante es que a la final te ayude a cumplir tus propósitos y hacer tus tareas pendientes.



Índice (Index)

Esta sección funciona igual que el índice de un libro, te indica la ubicación de una sección, lista o idea. Para poder reconocer esa ubicación el método sugiere enumerar cada página.



Imagen de www.bulletjournal.com

Yo intenté usar esta sección pero desde el segundo mes la abandoné, para mí personalmente no es útil.

Si lo que quiero es ubicar una sección, idea o colección en específico utilizo separadores de página o paso las hojas hasta encontrar lo que buscaba.


Guía, leyenda, clave (Key)

El método original te siguiere asociar las tareas a ciertos signos. Por ejemplo los guiones son notas, las tareas son puntos, si las realizas les escribes una x y así.

Esta es otra sección que a mí en lo personal no me es útil. Yo marco mis tareas con mi propia guía y la cambio continuamente entonces no tengo un área de mi bullet journal para alcarar cómo es.

A veces son cuadritos a los que les pongo una x o un chulito de "check", otras veces son circulitos que relleno, otras veces tacho la tarea realizada.


Eso sí, esta forma de clasificar las tareas para mí es clara y eso es lo importante, no importa cómo las marques tú eres quien debe entender qué significa.


Registro futuro (Future log)

El método siguiere usar un registro futuro con vista a los próximos 6 meses, en este anotas los eventos, tareas o fechas a tener en cuenta pero que no ocurrirán en el mes actual.

Es como una máquina del tiempo en la que visualizas cómo pinta tu futuro y así logras entender cómo actuar en el presente para lograr lo que buscas cumplir en el futuro.


Yo sí hago un registro futuro pero no en el bullet journal sino en una herramienta digital de gestión de tareas sobre la que les contaré luego.

¿Porqué? Porque a medida de que avanzo en la construcción de mi bullet journal, el registro futuro se queda atrás y yo olvido por completo que existe, situación que no me sucede con la herramienta digital y por eso me quedé con ella.

El registro futuro según lo sugiere el método se vería así:

Imagen de www.bulletjournal.com


Registro mensual (Monthly log)

Este se compone de un calendario que puede hacerse en cuadro o en lista y funciona como un resumen del mes, algo que al mirar a ojo de pájaro te ubica en tus objetivos y prioridades.

En el calendario escribes fechas límites, entregas de tareas o proyectos, fechas de exámenes o parciales, cumpleaños y todo lo que consideres que debes tener presente en ese mes.


Es importante que la información que escribas aquí sea corta y concisa porque sirve es como referencia.

Nota: A este apartado puedes incluirle otras secciones como cosas por hacer que no tengan fecha precisa o que su fecha sea flexible, logros, metas u objetivos, trackers o registros de hábitos, entre otros.

Esta parte sí la utilizo (¡Pero por fin!). 

El calendario prefiero hacerlo como un cuadro y lo acompaño va veces son diseños con papel craft, washitapes e imágenes y otras veces son solo frases que me enfocan continuamente, me motivan o me recuerdan para donde voy.

Imagen de mi Instagram


Registro diario (Daily log)

Esta parte funciona igual que las típicas agendas que alguna vez hemos utilizado: escribimos diariamente las tareas que realizaremos.

Recuerda que la decoración, el lettering y demás no es un requisito, lo importante es tener presente día a día las tareas o eventos y pasar a la acción, es decir, realizarlos.

Porque de poco sirve dedicarte horas a planear y diseñar (aunque sí, es la parte más divertida) si el método no cumple su función principal que es ayudarte a cumplir tus objetivos y hacer tus tareas.


Ryder aconseja no configurar los días con demasiada anticipación porque todos los días no son iguales, y por lo tanto no requerirán el mismo espacio.

Imagen de mi Instagram


Colecciones

Estas secciones ya son elección personal y no hacen parte del diseño básico y original, al igual que las anteriores puedes añadirlas o eliminarlas según tus necesidades.

Algunos hacen colecciones sobre libros por leer, peliculas o series, muestras de los marcadores que tienen, entre otros.

En instagram y pinterest encuentras miles de ejemplos, desde los más sencillos y minimalistas hasta los más complejos y aunque puedes probarlos todos (porque sé que antoja hacerlos todos) a la final quédate con lo que se adapte a ti, recuerda que esto es para ti, no para los demás.




Ahora que sabes mejor en qué consiste el Bullet Journal puedes atreverte a empezar el tuyo, recuerda que sólo necesitas un lápiz o lapicero y un cuaderno, sketchbook o bitácora.


Recuerda que el método debe funcionar para ti, no para nadie más. La cantidad de tiempo y trabajo que inviertas en él depende de ti, es tan personalizable como eligas y no tienes que hacerlo bonito si no quieres, simplemente debe ser útil y debe adaptarse a ti y a tu estilo de vida.

Si eres principiante en el tema tengo 5 consejos básicos para ti aquí que yo hubiera amado que alguien me hubiera dicho cuando comencé:

Si quieres ver más de mis diseños puedes visitar mi instagram y si quieres más información no olvides visitar la página oficial del Bullet Journal.


Un abrazo.

-Alejandra.


Derechos de autor: la fotografía de portada es de mi autoría. Alejandraescribeaqui.com 

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Para cocinar la mayoría de las veces antes de empezar te piden que precalientes el horno.

En esta ocasión yo te voy a pedir que leas estas dos entrada (si no las has leído):

  • "La razón por la que aseguro que todos somos creativos"
  • "Aprende a crear: creando"
Ambas entradas son un preámbulo importante para que logres conectarte con las instrucciones que voy a compartirte a continuación, si no las lees sería como si olvidas la levadura a la hora de hacer un pan, seguro que no te crece y a la final nada sale bien.


¿Yas las leíste?

Vale, empecemos...




Despertar la creatividad es como jugar escondidijos, pero ella es la que se esconde y tú eres la que cuenta hasta 10 para salir a buscarla. Puede asustar o sonar complicado pero con estas instrucciones vas a ver que lograrás encontrarla y así despertar tu creatividad.

Empieza revisando algunos aspectos.

Asegúrate de no tener lagañas en los ojos, de tener las gafas puestas si estás un poco o bastante ciego, de tener luz suficiente para no tener que forzar la vista y de no tener muchas preocupaciones o pendientes encima que puedan hacerte desconcentrar.




1. Observa

(Por eso decía lo de las lagañas, eso limita la vista).

Hay que ver todo y hay que ver bien.

Mira a tu alrededor ¿hay orden en tu habitación? ¿están bien puestos los cuadros? ¿alguno está torcido? ¿alguien duerme contigo? (sí, las mascotas también entran en el pronombre "alguien" así no sean personas).

Camina por tu casa y busca objetos que te llamen la atención, recógelos y míralos detalladamente ¿algo está roto y no lo habías notado? ¿tienes en tu casa cosas que no te gustan pero conservas porque te da pesar botar? ¿cuántos días lleva esa chaqueta en el mueble o esa libreta en el baño sin ser usada?.

Luego de recorrer tu casa, vuelve a la cama o siéntate en un mueble o una silla y piensa un poco sobre la atención que le estás prestando a los detalles. ¿El desorden se te hizo cotidiano? ¿recorrías tu casa mecánicamente por andar de afán?.

Empezar a observar todo con calma hace que puedas identificar qué te inspira, que te gusta, que te alegra, que te suma y a la vez descubres que te estorba, que hay por botar u organizar.

Que de tu entorno te bloquea y que está impidiendo que tu creatividad fluya como quisieras.

Es normal y está bien si te das cuenta que la lista de objetos/personas/situaciones bloqueadoras es más larga de lo que creías, para nuestro cerebro las cosas se vuelven más fáciles al mecanizarlas, por lo tanto intenta mecanizarlo todo; pero si queremos despertar la creatividad debemos hacer resistencia a que suceda con absolutamente todo lo que hacemos en nuestras vidas.



2. Coge papel y lápiz (o lapicero, color, marcador) y piensa

Hacer varias listas, una sobre las cosas que te gustan, otra sobre las cosas en las que eres bueno y otra sobre las cosas en las que no eres bueno pero quisieras serlo. 

Si no escribiste nada, bienvenido al club. A mí también me pasó.

La verdad este paso no es tan sencillo. La sociedad nos ha hecho creer que no somos suficientemente buenos jamás y que además está mal aceptar que somos buenos en algo, porque si lo aceptas eres un ególatra y un convencido.

Cuando la realidad es que todos somos buenos en muchas cosas, pero nunca nos paramos a pensar en qué.

¡Ah! y hay otro punto, también nos han hecho creer que sólo vale la pena ser bueno en cosas enormes, como en construir edificios de 234 pisos, ir a la luna o adiestar un león, o que conocer en qué somos buenos es una cosa de nerds, tontos o autoayuda ¡Y no es cierto!

Está muy bien ser bueno en cosas pequeñas, medianas o normales.


Por ejemplo yo suelo ser profesional en encontrar gente en Facebook, en aprenderme todas las canciones con oírlas una sola vez, en decirle a mis amigos, a M o a mi familia que los amo, en ser puntual. Me llevo el título mundial en disimular que miro a alguien y en ahorrar, y soy buenísima en tropezarme, hacer tonterías en público SIN QUE ME DE VERGUENZA y quedarme dormida viendo películas.

No permitas que alguien te diga que las cosas para las que eres buenos no tienen sentido o son tonterías, porque no lo son.


Ahora, luego de saber esas cosas y ojalá tenerlas anotadas para no olvidarlas, párarte frente a un espejo, alza la cabeza, pero álzala bien, tanto que no se vea la papada y repítelas en voz alta. 

Convéncete de que son cosas importantes, de que eres bueno en ellas y está bien.

Ahora, este paso puede requerir algo de tiempo en ser completamente entendido e interiorizado. No te preocupes ni te afanes, puedes saltar al paso siguiente cuando te sientas listo. No hay plazos que cumplir.


3. Deja a tu censor en la banca

Nuestro censor es ese lado de ti que te dice que no puedes, que lo que quieres hacer no es importante, que nadie va a verte o a leerte y que ni a tu mamá le va a gustar lo que vas a hacer o a compartir.

Nuestro censor se encarga de ocultar, impedir y censurar todo lo que esté a favor de nuestra creatividad.

Es por eso que tenemos que dejarlo en la banca, o tú decides qué ponerlo a hacer y dónde dejarlo, mirando a una esquina, durmiendo, enviarlo en una caja al japón, lo que se te ocurra. El punto es que debe quedar claro que no se vista, porque no va.

Aprender a bloquear nuestro censor hasta que logremos mantenerlo en el ático de nuestro cerebro sin que se acerque siquiera a saludar también es un proceso. A mí me gusta pensar que lo dejo en otro lado, me hace sentir libre, pero a la final logramos controlarlo y terminamos censurándolo nosotros a él. ¡Punto para nosotros! Bing, bing, bing.

En este punto tu creatividad seguro despertó.

Vas a ver que empiezas a descubrir cosas que no conocías, empiezas a ver cosas que no veías y a pensar ideas que creías que no podrías tener.



4. Alimenta tu creatividad

Y este paso ya es el más fácil, todo ocurre casi que por inercia, porque ya sabes qué hacer y qué te gusta.

Pero por si no está siendo tan fácil para ti te dejo estas ideas:

  • Escribe
  • Lee
  • Garabatea
  • Raya
  • Dibuja
  • Pinta
  • Baila
  • Da vueltas canelas
  • Haz un herbario
  • Mira hormigas caminar
  • Mira formas en las nubes
Y como ñapa (si no eres de Colombia, ñapa significa darte un poquito más sin costo adicional):
  • Mi mayor secreto para alimentar mi creatividad


Estas instrucciones son de mi autoría y deseo que te hayan funcionado (a mí me funcionaron).

Recuerda que despertar tu creatividad es un proceso, y no es fácil, pero después de lograrlo la vida se vuelve casi tan llevadera como la que tiene Crush.

Sí Crush...

¿Cómo que quién es Crush?...¡La tortuga de Nemo!

Spoiler: en realidad yo tampoco sabía su nombre, tuve que googlearlo.

Ten paciencia contigo y tu proceso creativo, recuerda que ni Roma, ni nada se contruye en un día.

Un abrazo.

- Alejandra

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Sobre mí

Holi, yo soy Alejandra. Estudiante, nerd, curiosa y creativa con 23 pares de cromosomas y 26 años.

Siempre tengo conmigo un lápiz rojo y una libreta, porque no quiero que mis ideas se vayan para otro lado y sé que suelen aparecer en los momentos más inoportunos.
Por ejemplo,
a las mías les encanta aparecer mientras me baño.

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