Alejandra Escribe Aquí | Estudio & Creatividad

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Para nadie es un secreto que antes de un parcial o un examen importante los niveles de ansiedad y estrés se disparan al infinito, ya sea porque no estudiaste lo suficiente, porque te han dicho que el examen es súper difícil, porque eres ansiosa por naturaleza, porque ya sabes que el profesor pregunta de una forma turbo confusa, o porque sí.

Es muy común que por tener altos niveles de estrés y ansiedad no consigas conciliar el sueño y empieces a pensar que no sabes nada, que no vas a aprobar, que te va a tocar repetir la materia, y te haces un problema enorme con un panorama oscuro.

¿Te suena, verdad?

Querida amiga, yo también he pasado por eso. Llevo 4 años en la universidad, ya sólo me falta un semestre de materias teóricas para salir a hacer prácticas y en todo este tiempo he aprendido algunas acciones que han sido infalibles para lograr dormir bien antes de un examen y hoy te las voy a compartir por si haces parte de este club.

Empecemos...



1. Duerme en la noche, no en el día

Llevo demasiados años estudiando como para no conocer casi todos los perfiles de los estudiantes, y sé que hay un grupo enorme que prefiere quedarse toda la noche estudiando en vez de dormir.

Amiga, porfi no seas de ese grupo.

El cuerpo no funciona así y hay dos razones principales de por qué: una, porque existe una hormona llamada melatonina que se secreta con la oscuridad y es la que te permite tener un sueño placentero y reparador, esta hormona se inhibe con niveles de iluminación, lo que quiere decir que es un problable que un sueño diurno no sea tan enrriquecedor como uno nocturo. Y dos, porque con el sueño de la noche se consolida el aprendizaje y la memoria.

Entonces si pasas una noche en vela se disminuye tu memoria y tu aprendizaje, se altera tu capacidad de análisis y de juicio, y aumenta tu irritabilidad y tu enojo.

No te sorprendas si al otro día a pesar de no haber dormido nada por "estudiar" no consigues ni tener un buen desempeño ni tienes un buen día.


2. Aléjate de las pantallas antes de dormir

He leído mil artículos que recomiendan alejarse de las pantallas 1 o 2h antes de dormir pero yo voy a ser un poco más realista y te voy a decir que lo hagas al menos 20-30min antes.

La luz azul que emiten las pantallas suelen inhibir la secreción de melatonina que como te comenté es la hormona relacionada con el sueño, entonces si estás demasiado tiempo frente a una pantalla antes de irte a dormir es supremamente probable que cuando te dispongas a hacerlo no lo consigas.


3. Evita tomar café o bebidas energizantes

Yo sé que puede ser tentador si no has empezado a estudiar y crees que tienes 12, 10 u 8h para hacerlo pero ya es de noche, estás cansada y tienes sueño. Ante ese panorama es fácil caer en pensar que la solución es servirte x cantidad de tazas de café o tomar x cantidad de botellas de energizante, pero falso, esa no es la solución.

El principal componente del café y de gran cantidad de bebidas energéticas es la cafeína y se cree que esta puede estimular el desempeño de funciones como la memoria.

Pero esto no es cierto, y artículos científicos que encuentras disponibles abajo en la zona de "lecturas recomendadas" sustentan lo que te voy a decir.

La cafeína puede ayudar a mejorar nuestro desempeño cuando ha habido una falta de sueño previa, es decir, tomarlo de día por haber pasado una mala noche puede ser una buena opción, pero tomarlo en la noche buscando retrasar el sueño nocturno es un acto totalmente fallido.

En cuanto a las bebidas energizantes, estas no solo contienen cafeína, sino otras sustancias estimulantes que de hacer efecto alterarán la calidad de tu próximo sueño y pueden poner en riesgo tu estado de salud.


4.  Lee algo diferente a tu estudio antes de dormir

El cerebro es un órgano taaaaaaan mágico e increíble que podríamos pensar que puede con todo, pero no es así.

Él también se satura, se agota y necesita momentos de dispersión para seguir haciendo bien su trabajo.

Como estudiar para un examen es casi que un bombardeo constante de información que nos tiene esa máquina a todo vapor, lo mejor que podemos hacer para apagarla poco a poco e intentar tener una buena noche de sueño es desconectarla gradualmente de ese trabajo agotador.

Para conseguirlo yo te recomiendo leer algo diferente a todo lo que has estudiado antes de dormir. A mí me gusta leer novelas, poesía o artículos de TED-IDEAS para que mi cerebro se concentre en otra cosa.

Así evito tener un sueño ligero por andar pensando en el tema que estudié, y evito tener sueños en los que efectivamente pierdo el examen, me quedo dormida, o pasa cualquier cosa catastrófica porque #ansiosa.


5. Encuentra una mejor rutina para antes de dormir

El cerebro ama las rutinas.

Y aunque yo soy del equipo que evita tener rutinas para mantener mi cerebro alerta y alimentar continuamente mi creatividad, no puedo negar que existen algunas que te hacen la vida más fácil  y seguirlas es una muy buena opción.

La rutina para antes de dormir es una de las que apoyo. Conseguir hacer acciones de forma casi automática para desconectar el cerebro de a poco y conseguir dormir bien es una muy buena idea.

Yo podría compartirte mi rutina personal (y seguro alguna vez lo haré), pero creo que es ideal que tu encuentres entre prueba y error una que funcione bien para ti.

Te daré algunas ideas que puedes incorporar en ella:

   - Evita siestas de más de 1 hora durante el día.
   - Intenta irte a dormir todos los días a la misma hora.
   - Intenta encontrar una misma hora para despertar todos los días.
   - No utilices tu cama para estudiar.
   - Ten un espacio para dormir con poca o nula iluminación y poco ruido ambiental.


6. Respira y no te angusties

Intentar conciliar el sueño y no conseguirlo es angustiante y desesperante, yo también he pasado por ello, pero es muy importante mantener la calma y buscar alternativas para lograr dormir.

A mí me ha funcionado de maravilla respirar profundo o meditar.

Cuando quise empezar a meditar encontré varias aplicaciones que me ayudaban a conseguirlo porque lo hacen muy fácil, tú solo tienes que seguir instrucciones. No las recuerdo todas, pero entre las que probé y me gustaron están "Meditate" y la versión gratuita de "Headspace".

Puedes probar alguna de ellas. o mirar otras que hayan disponibles hasta encontrar una que te guste y te funcione.




No hay nada que se ponga más en tu contra a la hora de presentar un examen que morir de sueño y cansancio (bueno, quizá un problema personal o la existencia de un profesor que haga exámenes con preguntas turbo confusas), por eso te compartí estas acciones que para mí han sido infalibles para combatir el insomnio.

Ser estudiante no es fácil, y tomar buenas decisiones con respecto al estudio, el aprendizaje y la responsabilidad mucho menos. Creemos que somos inmunes a todo porque somos jóvenes pero en realidad no se conocen las consecuencias a largo plazo de la privación total y constante de sueño pero sin duda hay efectos nocivos a corto plazo.

La vida académica puedes resultar pesada y difícil de sobrellevar, pero como siempre digo ¿por qué no hacemos pequeños cambios en nuestra rutina para hacernos la vida más fácil?


Un abrazo,

   - Alejandra.


Derechos de autor: la fotografía de portada pertenece a David Mao de Unsplash.

Lecturas recomendadas:
- http://www.medigraphic.com/pdfs/facmed/un-2013/un134b.pdf

- https://www.researchgate.net/publication/322987928_LA_IMPORTANCIA_DEL_SUENO_EN_EL_APRENDIZAJE_VISOS_DESDE_LA_PERSPECTIVA_DE_LA_NEUROCIENCIA_The_importance_of_sleep_in_learning_From_the_perspective_of_neurocience

- http://www.actamedicacolombiana.com/anexo/articulos/04-1992-06-.pdf
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Hoy en día tengo la plena convicción de que TODOS somos creativos, pero no siempre ha sido así.

Jamás había incluido dentro de mis características el hecho de ser "curiosa y creativa", aunque ahora es algo que no sólo está en mi descripción de redes sociales sino que podría estar en mi tarjeta de presentación (si tuviera una).

Como sé que aceptarse como persona creativa no es tarea fácil, voy a contarte todo el camino que recorrí para conseguirlo. Porque no fue que un día me levanté creyéndomelo y ya está.

Aclaración: la historia que voy a contarte a continuación es algo larga y personal, pero te la cuento porque quiero desmitificar lo que nos han hecho creer sobre el futuro, las pasiones y la profesión. Conocerla quizá pueda ayudarte a entender detalles de tu propio camino y que esta ruta de crecer y conocernos sea un poquitico más fácil.

Empecemos...




Aunque no me aceptaba ni me reconocía como "curiosa y creativa" hay otro calificativo que he cargado a la espalda desde que tengo memoria y es el de "nerd", y debo confesar que es algo de lo que jamás me he sentido orgullosa (aunque debería), porque lastimosamente es una característica positiva de la que la sociedad nos ha creado una idea contraria.

Nunca supe cómo dejar de ser nerd aunque era algo que quería con todas mis fuerzas, intenté incluso perder materias en el colegio, pero nunca pude, ahora sé que lo que me hace nerd es mi ansiedad pero eso también lo sé hace muy poco tiempo.

Ser la nerd (aún sin querer) hizo que durante muchísimos años de mi vida fuera una persona de muy pocos amigos, y entonces en ese tiempo a solas encontraba mil cosas distintas que hacer.

Por eso tengo una lista enorme de cosas que he aprendido por mi propia cuenta o con ayuda de youtube (porque en mi vida no ha existido desde siempre) de las cuales en este momento recuerdo por ejemplo busitería con chaquiras, tarjetas con gomina y mirella, filigrana, fotografía, edición de video, marketing digital, creación de contenido, blogging, edición de fotos, bordado y la lista sigue.

Sin embargo han sido cosas que no he hecho por mucho tiempo porque cuando las micro domino ya me aburro y quiero aprender otra cosa.

Por mucho tiempo pensé en ello como un problema o un defecto mío, el aburrirme de las cosas hacía que no las hiciera más y empecé a pensar en mí como alguien que no es capaz de terminar las cosas que empieza.

Eso fue un peso terrible que cargué por años y me taladraba la cabeza porque me hacía considerar alguien que podía ser muchas cosas pero seguro "disciplinada" no era una de ellas.

¿Qué persona "disciplinada" hace mil cosas pero no se toma en serio ninguna?...

...


Una persona creativa.


Quizá te interese: Instrucciones para despertar tu creatividad




¡Bingo!

Me demoré años en entender eso y es claro para mí hace apenas un año (Facebook me lo recordó porque publiqué un estado al respecto), cuando empecé a darme cuenta que me llama la atención casi todo lo que desconozco.

Al ponerme en la tarea de hacer retrospección sobre ese asunto descubrí que las dudas, los cuadernos, los libros y los colores han sido mis compañeros constantes de este viaje llamado vida.


Decidí cavar lo más adentro que pudiera en esos recuerdos y recordé muchas cosas que olvidé por años. De niña pasaba horas leyendo, coloreando (tenía miles de libritos para colorear y los amaba profundamente, eran como mi tesoro), escribiendo en diarios, inventándome canciones con sus respectivas letras, haciendo poemas, o bueno, rimas cortas. Rayaba y dibujaba feliz en las paredes de mi casa y las tablas de mi cama, aunque después aprendí que me regañaban menos si lo hacía en papeles o cartulinas.

Cuando crecí un poquito y tuve un poco más de destreza manual fue que me dediqué full a hacer bisutería con chaquiras, o manillas con hilos, y podía pasar horas entretenida en esas cosas.

En la adolescencia dije que quería aprender fotografía y mis papás tan lindos como siempre me han dejado explorar todo lo que he querido, me acuerdo que me regalaron una cámara compacta Lumix rosada, luego de esa llegó una semiprofesional, y al pasar los años una Nikon profesional.

Empecé a explorar sola con photoshop y estuve unos meses en un curso básico pero era aburrido porque no me enseñaban nada nuevo.

¡Momento!
Aquí va otro punto de la historia que necesita un micro contexto.

Yo estudié toda la vida en un colegio musical, por eso aprendí a cantar, tocar piano y violín. Cuando estaban en 11 para obtener el título de "Bachiller académico musical" debía graduarme con un recital, pero yo detestaba tocar piano o violín y no practicaba casi nada (perdón papás, les mentí, sé que debía hacerlo pero me hacía infeliz) entonces no era lo suficientemente buena como para montar un gran repertorio y además de todo, realmente no quería.

Entonces para graduarme me daban 2 opciones más, podría escribir una monografía o componer.

Adivinen qué elegí...

La composición.

En ese momento hice lo que me pidieron, cumplí con todo y aunque no lo disfruté, igual cumplí, tuve mi grado, título, diploma y fin. Pero cuando miré hacía atrás y pensé en esto me di cuenta que había elegido (otra vez) la creación de algo desde cero, la composición musical.

A mí se me explotó el cerebro durante todos esos días que recordé todo lo que acabo de contarles y empecé a atar estos cabos, cada día era más claro para mí que durante toda mi vida había tenido esa inclinación por crear, y era turbo sorprendente pensar en todo lo que había hecho por simple curiosidad.

En ese punto todo hubiera podido ser color de rosa porque había descubierto un poquito eso que me hacía vibrar el alma, pero la realidad fue otra.


Cuando comencé a entenderlo todo ahí estaba yo, Alejandra, con 25 años cursando 7mo semestre de Medicina Veterinaria, algo que tiene poco o nada que ver con el arte y la creatividad.

La crisis profesional y existencial que desarrollé por ellos ha sido la segunda peor etapa de mi vida, pero afortunadamente "solo" duró un año.

No descubrí en un día que era una persona creativa pero mi crisis sí se gestó en una sola noche.

¿Qué hacía alguien creativo, que sentía tanto amor y pasión por el arte en 7mo semestre de un pregrado tan académico y absorbente?

Esa es otra historia y en esta entrada sobre ¿qué pasó después de descubrirme creativa? en esto que se llama "Alejandra escribe aquí.




Discúlpenme por cortar esto tan en la mitad de todo cual novela turbo entretenida pero detesto las entradas tuuuurbo largas o eternas y me opongo a publicar algo que ni yo misma leería.

Mi objetivo principal como te dije en un comienzo es desmitificar lo que nos han hecho creer sobre el futuro, las pasiones y la profesión.

Nos han repetido tantas cosas erróneas que hemos acabamos creyéndolas, y digo "hemos" porque me incluyo, yo he tenido que pasarla tan mal luchando con el "deber ser" que quisiera ayudar a otros para que su camino sea menos tortuoso.

Si quieren saber cómo sigue la historia pendiente de la próxima publicación, y si quieren compartir un poco sus opiniones u experiencias personas (que pueden publicarse de forma anónima) la parte de comentarios de aquí abajo es toda suya.


Nos vemos entonces.

Un abrazo,


    - Alejandra


Derechos de autor: la foto de portada pertenece a Fred Kearney desde Unsplash 
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¿Te ha pasado alguna vez que intentas organizarte pero fracasas en el intento?

Nos ha pasado a todos.

La razón es porque hoy es día hacerlo es abrumador, tenemos miles de actividades y millones de tareas pendientes por cumplir que nos hacen sentir que no hay forma de organizarlas y poder tomarnos las cosas con calma.

Como sé que organizarte puede ser difícil y angustiante hoy te voy a compartir 4 trucos muy fáciles que te van a ayudar a organizarte día a día.

Empecemos...





1. Escríbelo todo

Yo soy una loca maniática de la organización, he llegado a un nivel profesional en el que de todo llevo un seguimiento minucioso e intento tener control de mis actividades y mis tiempos.

Tengo 3 métodos de organización diferentes: un gestor de tareas digital, Google Calendar y mi Bullet Journal.


Escribirlo todo me permite tener una visión general de las actividades o las tareas pendientes.


Cuando observas lo que tienes delante puedes creer que es una montaña enorme que jamás vas a conseguir manejar, pero podrás ponerle orden si le asignas un momento en tu agenda según tu tiempo disponible. Además, tener las cosas por escrito es casi que un micro contrato personal con el que te comprometes a cumplir eso que te propones.


2. Planifica con anterioridad

El cuándo hacerlo es tú decisión, no todos funcionamos igual y eso está bien.

Hay quienes planifican sus días la mañana del mismo día, otras lo hacen la noche anterior y así.

Yo por ejemplo lo hago los domingos en la noche, pero ajusto todo cada mañana o a medida que pasa el día si hay cambios de última hora, porque sí, siempre hay cambios y no hay por qué pelear con eso ni ser demasiado estrictas con lo que pleaneamos.

Planificar tus tareas con tiempo es también una manera magnífica de contrarrestar tu ansiedad, porque te ayuda a vencer esa voz interna que te dice "eres una vaga y jamás haces nada".

Al tener por escrito y marcado como "hecho" todo lo que te habías propuesto el marcador queda a tu favor.


3. No priorices tareas

Te sorprendí ¿verdad?

Cuando te digo que no priorices tareas me refiero al tipo de esas tareas.

A ver, cuando entendí que vacunar a mi gata, pasar tiempo con las personas que amo, escribir este blog y estudiar para la universidad son actividades igual de importantes te juro que mi vida cambió y no estoy exagerando.

Empecé a manejar todas las tareas por igual y dejé de posponer aquello que creía que podía hacer "en cualquier ratico" o "en mis tiempos libres", porque ni "ese ratico" ni "mis tiempos libres" aparecían.

Desde que veo todo con igual importancia no solo soy más feliz porque me permito hacer todo lo que quiero sino que además no tengo que dejar de hacer todo lo que debo aunque no quiera. Es mágico.


4. Ajusta el plan inicial

Puede que hayas hecho una planeación que se ve perfecta, linda, instagrameable, organizada y magnífica pero que a la final, no funcione.

Y la noticia es que la probabilidad de que no funcione es más alta de lo que quisiéramos.

La razón de esto es sencilla: no todos funcionamos de la misma forma.

¿Entonces qué hay que hacer?

Ajustar lo que está flojo, es decir, detectar esos detalles que no nos ayudaron a que todo saliera tan bien como esperábamos y hacer los cambios pertinentes para intentarlo otra vez la semana que viene.

A lo mejor descubres que no puedes estudiar 2 horas seguidas sino solo 25 minutos como lo recomienda el método pomodoro, o te das cuenta que te va mejor trabajando en la mañana que en la noche, y así, toca ir ajustando esos detalles que nos evitan cumplir lo que queremos.

Yo estos ajustes los hago también los domingos en la noche, antes de organizar la semana que sigue evalúo qué de la semana que pasó me funcionó y qué no. Y a partir de eso determino qué repito, qué sigo usando y qué modifico.


Bonus track

En tu evaluación semanal
observa detenidamente qué tareas cumpliste y qué tareas pospusiste día tras día, tanto que incluso puede que nunca las hayas realizado.

Estas tareas suelen tener un punto en común, quizá te pasa como me pasaba a mí que posponía lo más sencillo porque creía que podía hacerlo en cualquier momento o quizá pospones lo más difícil porque tienes miedo que sea un reto demasiado grande.

Entender qué posponemos y por qué, es lo que nos permite crean un plan para sobrevivir a ese obstáculo que sin saber nos lo estamos poniendo a nosotras mismas.



Cambia la perspectiva de los errores y míralos como una oportunidad para mejorar.




Espero que estos trucos te sean útiles. Yo te los comparto porque a mí me han revolucionado la vida, no te miento, todo lo que te recomiendo es porque ha sido probado por mí misma.

Si tienes algo que comentar, qué decir o qué compartir siéntete libre de hacerlo en los comentarios porque yo te leo siempre. 



Un abrazo,


   - Alejandra

Derechos de autor: fotografía de portada por STIL en Unsplash

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Sobre mí

Holi, yo soy Alejandra. Estudiante, nerd, curiosa y creativa con 23 pares de cromosomas y 26 años.

Siempre tengo conmigo un lápiz rojo y una libreta, porque no quiero que mis ideas se vayan para otro lado y sé que suelen aparecer en los momentos más inoportunos.
Por ejemplo,
a las mías les encanta aparecer mientras me baño.

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