Alejandra Escribe Aquí | Estudio & Creatividad

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Desde que descubrí la cantidad de tiempo que pasaba en el celular y empecé con la idea de hacer un detox digital quise encontrar una forma de romper de raíz mi vínculo de adiccion a ese aparatejo.



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No me servía ponerlo en modo avión porque igual quería estar un poco conectada pero no ser dependiente, no me servía tampoco apagarlo porque quería saber la hora, o necesitaba usar digamos la calculadora, la cámara o así, además de poder estar alerta a llamadas o ciertos mensajes, ni me servía el modo "silencio" porque el celular igual vibraba ante cualquier notificación y yo iba de una a revisar qué era.

Esa vibración me hacía coger el celular, revisar lo que debía revisar, depronto meterme a Instagram, ya que estaba ahí ver algunas historias, 1, 2, 3...15, luego de 15 ya quería verlas todas para ser una campeona y que ninguna saliera con el circulito alrededor, luego me acordaba del bebé de noséquién y quería ver cómo estaba de grande, revisar si aquel Youtuber ya subió video nuevo, si esta amiga terminó o no con el novio/a...

Y así se me pasaban las mil horas cuando en un principio cogí el celular ÚNICAMENTE para revisar un correo.

Creo que aunque nos duela debemos aceptar que a todas nos ha pasado algo así.

Pero yo realmente quería romper con ese mal hábito que además de hacerme perder tiempo, me desmotivaba y me llenaba de ansiedad por estar procrastinando y no ser capaz de parar voluntariamente.

Hasta que un día intentando encontrar una configuración de algo diferente...

Click...

Click...

Ajustes > No molestar 

"Cuando la función esté habilitada el dispositivo vibrará únicamente con las alarmas pero no cuando reciba mensajes o llamadas"

¡OH WOOOOWW! M Á G I C O.

Click ... > Activar.



Desde ese día ha pasado más de un año y no cambio por nada mi vida sin notificaciones del celular.

Sé que aunque esto no es un hallazgo ultra innovador o increíble, es una forma distinta de vivir en la actualidad porque estamos en una época de interconexión y dependencia con los dispositivos tecnológicos pero, afortunadamente estamos transitando para cambiar esos malos hábitos y es por eso mismo que escribo esto.

Porque sé que ya somos varios los interesados en cambiar pero sabemos que cuesta muchísimo.

A lo mejor allá afuera exista alguien más quiera dar este paso, porque sé que es difícil pero quiero mostrarles que no es imposible.

Quiero que conozcan mi situación y mi experiencia para motivarlos si les pica un poco este bicho de vivir más la vida "real" y menos la vida "virtual".

Porque tampoco es que me vaya a alejar de todo lo relacionado con el internet y las redes sociales ¡Noooo! De hecho me encantan. Pero hay justas medidas y puede vivirse en un equilibrio .


Ahora...¿Qué ha cambiado? ¿Cómo es ahora mi vida?

Como te decía a pesar de que no es una forma de vida prehistórica ni ermitaña ni hippie, es poco común en estos tiempos.

Y hay algo bien curiosos y es que usar demasiado tiempo el celular es un comportamiento nocivo del que tenemos parte de la responsabilidad.

Me siento como una anciana diciendo esto pero es que no me imagino cómo será la vida de las generaciones que nacieron con una conexión al celular desde antes de saber hablar...O sus papás les enseñan un uso responsable o ellos se preocupan inteligente e individualmente por ello o todo mal.

Bueni, ahora para pintarte el panorama completo y intentar motivarte a hacerlo te voy a compartir lo que yo he descubierto que son pros y contras de eliminar las notificaciones del celular.


Pros

- Controlo mis tiempos

Yo soy la que decide cuándo hacer las cosas según mis horarios y soy la que elije cuánto tiempo invertir en cada cosa.


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Tener algo de control en mis tiempos me da la sensación de que tengo un poco más de control en mi vida y eso me hace sentir muy bien.

Sin embargo sé que muchas cosas pueden cambiar de improvisto y debo estar dispuesta a acomodarme.


- Puedo hacer muchas otras cosas

Si yo me presentara por las cosas que hago mi presentación sería algo así: "Holi, soy Alejandra. Estoy haciendo el último semestre de Medicina Veterinaria entonces estoy cursando las últimas 2 materias teóricas de esta, además estoy haciendo a la par el primer semestre de Diseño visual del cual veo 5 materias . También hago todas las tareas y pendientes correspondientes a ambos pregrados con algún tiempo de anticipación porque me da mucha ansiedad hacerlas a última hora, además escribo semanalmente un artículo para este blog, leo antes de dormir, duermo entre 6 y 8h diarias, y tengo una vida personal, social y familiar equilibrada."

Aunque no me presento así en Instagram suelo compartir muchas cosas de mi vida cotidiana y continuamente me preguntan cómo logro hacer todo lo que hago y todo podría resumirse en disciplina y organización.

Pasar menos tiempo en el celular me ha demostrado que el día es suficientemente largo y puedo hacer muchas cosas más de las que creo porque tengo a disposición aproximadamente 16h diarias de actividad, y son horas que aprovecho lo que más puedo.

Alejarme del celular es lo que me ha ayudado a sobrevivir a hacer los dos pregrados a la vez. Y no hacerlos de cualquier manera sino hacerlos bien porque no soy capaz de ser mediocre.


- Me concentro más en clase y a la hora de hacer tareas

Esta es una de las cosas que más agradezco de haber tomado la decisión de modificar mi relación con el celular porque no era consciente de que algo así sucedería.

No saben la cantidad de veces que me desconcentraba en clase por mirar notificaciones o por divagar a causa del aburrimiento, eso ya no pasa porque ni me entero si está pasando algo en mi celular, sino que estoy concentrada en la información de la clase.

No nos damos cuenta de lo mucho que usamos el celular hasta que llevamos todo a datos y contabilizamos ese tiempo. 


Contras

- Me toca devolver más llamadas de las que me gustaría

Desde que me alejé del celular soy parte de ese grupo de mamás que nunca contestan.

Amigos, lo siento, deben amarme así porque es lo mejor que puedo hacer por mi concentración, mi atención y mi trabajo, además al final siempre devuelvo las llamadas.

Pero algunas personas se enojan por no poder encontrarme inmediatamente, y en general es molesto cargar con ello porque la gente está acostumbrada a que uno esté pendiente del celular TODO el tiempo ¡y yo no lo estoy!

La verdad no encuentro ningún otro punto en contra.

Considero que ese cambio sólo nos trae cosas positivas, y mejora un montón no sólo nuestra productividad sino nuestra salud mental. De verdad.


Creo que todos quisieramos hacer algo más con nuestra vida, y si eres multipotencial, me entiendes aún más.

Aunque creamos que no, modificar nuestro mal hábito de usar el celular todo el tiempo, todo el día y todos los días es una de las mejores formas que tenemos para mejorar nuestra percepción de nuestra "productividad". Porque empezamos a tener la impresión de que creamos tiempo porque aparece disponible "de la nada", como que logramos disponer de más tiempo casi que mágicamente.

Además, dejar de lado el celular, usarlo como una herramienta y no verlo como una necesidad nos ayuda a llenar más nuestra vida y nuestra mente de observaciones internas que externas.

No prestarle más atención a otras vidas que muestran el 2% de su realidad pero nosotros lo percibimos como el todo.


Nos leemos a la próxima.

Un abrazo,

  - Alejandra.


Derechos de autor: foto de Alex Loup desde Unsplash
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Hace unos años cuando empecé a organizar mi tiempo y gestionar mis tareas estaba ultra entusiasmada porque pensaba que iba a lograrlo todo con solo hacer listas de mis pendientes, y tenerlas siempre presentes.

Pero no.

#Ilusa.

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Porque aunque sabía qué cosas tenía que hacer tenía problemas con cambiar de actividad, con empezar lo que seguía, con terminar lo que empezaba y esto se resumía a que al final del día no lograba hacer todo lo que debía.

Para alcanzar mi "productividad" y mi ritmo de trabajo personal no me era suficiente saber qué debía hacer y ya, eso era apenas el comienzo. Entonces empecé a preguntarme qué me hacía falta, porqué las listas y el Bullet Journal no me eran suficientes y dónde podía encontrar ese noséqué que me faltaba para lograr organizarme sin fallas.


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Leí muchos blogs y muchas entradas de rutinas de organización de Blogeras y así llegué a la mejor forma que existe para organizar el tiempo: los bloques de tareas.

Te contaré qué son, por qué pueden ser la clave para conseguir llevar a la acción tu método de organización y cómo los uso yo.

Empecemos...


Bloques de tareas

Vamos a empezar por el principio, porque si no sabes qué son, te lo cuento.

Los bloques de tareas son una forma de gestionar y organizar tus pendientes en la que se maneja tanto de la distribución del tiempo como de la realización de las tareas porque se disponen en un mismo lugar y un mismo momento.

Quizá alguna vez has tenido algún acercamiento a Google Calendar.

Google Calendar funciona por bloques de tareas, y de hecho es la app que yo utilizo.


Logo de Google Calendar


Esta app y todas las de este estilo, funcionan para ayudarte a organizar tus acciones según bloques de tiempo que tú distribuyes según tus gustos, energía o disponibilidad.


Cómo usar los bloques de tareas

1. Iguala la importancia de tus tareas

Hacer esto es básico para que tu organización con este método pueda funcionar, de verdad es uuultra necesario darle la misma importancia a todos los aspectos de tu vida a los que quieres dedicarles tiempo y atención.

Si no es así vas a posponer y posponer tareas personales, de salud o pendientes que te den mucha pereza y de eso no se trata.

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2. Ser flexible

Debes estar dispuesta a que todos los días y en cualquier momento del día hayan modificaciones, pero ¡OJO! modificaciones con sentido y razón, no procrastinación de las cosas malucas porque qué pereza, no.

Tienes que saber que habrá momentos en los que debes re-organizar tus acciones ¡y eso está bien!

Con reorganizarlas me refiero a tener que moverlas, alargarlas o acortarlas si aparece algún imprevisto. 

Evita eliminar una tarea así como así. Si en algún momento la agendaste es porque querías o necesitabas hacerla.

No dejes que la pereza o el estrés te hagan mandar al carajo tu mini práctica de yoga en casa, tu cita médica, tu meditación o tu lectura noctura.

Recuerda, no subestimes lo relacionado a tus aspectos personales. Y soy reiterativa en esto porque suele ser lo primero que sacrificamos por encontrar "la productividad" y así no debería ser.

Qué sentido tiene hacer mil cosas al día pero estar infelices o incómodas o intranquilas. N i n g u n o.



Ejemplo de mi semana del 11 al 17 de agosto.


3. Haz revisiones

La revisión y la re-planeación diaria y semanal es la clave de esto.

Mi revisión semanal es cada domingo en la noche, y en ese momento distribuyo los bloques de tareas. Así cada día ya no tengo que invertir tiempo y energía en eso sino que simplemente es empezar y poner manos a la obra. Entonces no tengo momentos para peros o excusas.

Cuando tengo que hacer cosas en mi día a día abro una pestaña con Asana y otra con Google Calendar. Veo qué tarea tengo, para qué momento la programé y ya cuando debo hacerla me concentro completamente en ello hasta que sea hora de cambiar de actividad.

Yo ya sé que a mí no me funciona hacer una misma cosa más de 2 horas y media, entonces me organizo con bloques de máximo esa duración. Además también sé a qué hora estoy más cansada o cuando soy más creativa, sé cuándo me da más sueño, qué días son más pesados y eso me ayuda a determinar cuándo hacer qué actividades.

Pero todas somos distintas, y tendrías que aprender a conocerte a tu misma para determinar la duración de tus bloques y la organización de tus pendientes.



Yo sé que los primeros acercamientos a la organización y la "productividad" personal son agobiantes, pero te prometo que termina siendo divertido usar este método porque es como un juego de tetris constante. Es jugar con el tiempo disponible y según eso crear esta nueva tarea este día, pero que no se cruce con esta otra a esta hora, entonces mejor mover aquella, como me demoré menos en esta otra entonces acortarla y puedo alargar la que sigue, y así.

Al comienzo que uno lee y lee entradas y post muchas veces no sabe bien por dónde empezar, o siente que es demasiado trabajo sólo para poder hacer las cosas, pero vale la pena. Si mentalmente necesitas orden, te prometo que terminas disfrutando tener tus acciones bajo control porque cumples todo lo que te propones.

Eso sí, debo aclarar que sé que hay personas que funcionan perfectamente sin horarios, entonces evalúa si quizá haces parte de este grupo y quizá no tengas que cargarte de tantas cosas para poder saber qué hacer y cuándo hacerlo.


Nos leemos a la próxima.

Un abrazo.
  - Alejandra.




Derechos de autor: foto por STIL desde Unsplash
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Yo siempre he procurado ser bastante organizada al menos respecto a mis tareas y pendientes (porque puede que a veces mi cuarto no demuestre mi orden mental). Parte de eso viene de mi crianza, otra parte viene de mi disciplina intrínseca y otra de mi ansiedad.

La culpa de tener pendientes acumulados me ataca taaaan fuerte que si dejo que me coja ventaja se me quitan las ganas de hacer absolutamente cualquier cosa y entro en un estado terrible y se vuelve un círculo vicioso que está completamente en contra de mi bienestar.

Pero con los años, también he aprendido que hacer las cosas que tengo pendientes y cumplir con mis deberes y labores me genera una satisfacción personal enorme y quedo con una sensación de poder hacerlo todo. Es decir, no hago las cosas porque tenga que hacerlas sino porque cumplir con ello me alimenta el alma, así no me guste (a.k.a estudiar para un parcial de una materia maluca).

Entonces he aprendido que no me gusta permitirme entrar en ese estado de pereza e inactividad porque no sólo afectaba mi productividad personal sino mi autoestima y mi amor propio.

Ahora, te cuento esto para que entiendas que desde el momento en el que decidí abrir un blog me lo tomé full en serio, yo lo veo como un trabajo no remunerado (aún), no es un hobbie o una afición.

Sabía que tenía cosas por decir y quería comunicarlas al mundo porque a lo mejor a alguien al otro lado de la pantalla le interesaba leer, pero también sabía que para posicionarme debía ser constante porque ese es el secreto.

Para lograr lo que me propuse en ese momento hice un plan de trabajo a largo plazo y otro a corto plazo. Como si fuera mi empresa personal, porque sabía que tenía toda la responsabilidad del tema. Y dentro del plan de trabajo está por supuesto un plan de organización y eso es lo que me ha mantenido aquí desde Diciembre del 2018 que empecé esta aventurilla.

Vale, después de darte ese contexto y explicarte que la base de mi creatividad a la hora de escribir es más el trabajo y la organización que la inspiración mágica y divina ya sí puedo irme directo al tema central de hoy.

Empecemos...


No soy muy fan de estructurar los procesos creativos porque son cambiantes, mutables, variables entre persona y persona, pero les voy a presentar mi proceso así para se hagan más o menos una idea de cómo trabajo.

Pero quiero dejar muuuy claro que no siempre es igual, y que está bien si ustedes funcionan de otra forma, tiene otro orden o no tienen orden.

Eso es lo bonito de la vida y la creatividad, la diversidad en las formas de ser, hacer y crear.



1. Planeación y organización

Cuando quiero tomarme un trabajo o proyecto en serio yo necesito planear y organizar. Tiempos, espacios, bloques de trabajo, temas, actividades, todo.

Organizarme no sólo me ayuda a mentalmente darle un poco de estructura y forma a las ideas sino que también me funciona como un camino para lograr una meta.

Entonces sé que si debo ir de A a D, existen en el medio los pasos B y C. Es decir, identifico los pasos a seguir y eso me motiva a trabajar.


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Ahora, ¿cómo me organizo?

Antes resumía todo en el Bullet Journal pero ya no lo uso, me pasé al sistema digital y utilizo Asana como gestor de tareas, el método GTD como método de organización y Google calendar como organizador de tiempo.

Si quieres saber más sobre toda mi organización puedes dar click aquí, aquí y aquí.

De forma general, aunque como ya te dije todo cambia constantemente, organizo mi disponibilidad semanal desde el domingo en la noche. Antes solía escribir estas entradas los lunes a las 6am pero ahora tengo clase a esa hora (M O R T A L) entonces suelo intentar escribir en la tarde, pero no es mi hora más creativa, así que termino haciéndolo o el martes o el miércoles en la mañana. Los miércoles o los jueves hago las piezas creativas y reviso la vista previa final para ese mismo día dejar programado todo para el sábado, que es cuando se publican mis entradas (anótalo si quieres estar pendiente ♥). Y ahora empezaré otro pregrado que me ocupará gran cantidad de tiempo entonces todo esto va a reorganizarse porque me toca aprender a escribir y crear en las tardes porque ahora todas mis mañanas estarán ocupadas (lo cual es bien feliz pero qué ansias).

Sé que se ve como algo rígido y aburrido pero para mí es divertidísimo, además de que me queda una satisfacción personal enorme luego de cumplir con todo.

Y es que cuando no le doy orden a las cosas ni siquiera sé por donde empezar y eso me hace procrastinar hasta el fin del mundo además de morir de angustia y ansiedad. Entonces no está chévere.


2. Creación escrita

Recuerda que para mí escribir aquí es un tema serio, es como un trabajo, aunque me la paso genial y lo amo. Si un día se vuelve un trabajo a tiempo completo sería de las personas que aman su trabajo. Pero me desvié, el punto es que no es algo que hago cuando puedo o cuando me sobra tiempo. Entonces luego de tener claros los pasos me pongo en acción.

Los lunes en la tarde me siento a escribir, a veces funciona pero a veces no. Cuando no funciona evalúo qué puede estar entorpeciéndome el proceso, si tengo algo más urgente que hacer, si siento hambre, si tengo sueño o si no siento conexión ese día con el tema. Y te confieso que esto último es lo que más me pasa.

Cuando no logro sentirme conectada con el tema suelo esperar uno o dos días más a ver si la cosa mejora, y si no, leo todas las otras ideas de entradas que tengo pendientes por escribir y me quedo con la que me motive. Luego reorganizo el calendario y ahí sí soy capaz de ponerme manos a la obra.

Yo tengo estructurado un calendario editorial para las publicaciones pero me gusta escribir con sentimiento, porque a la final soy una persona, no un robot. Y escribir sintiendo cosas bonitas por lo que voy a decir es lo que me hace amar el proceso y el resultado. No creo en la inspiración divina pero la motivación si me parece esencial.

Ahí ya escribo, escribo, escribo y escribo. Mientras lo hago me veo así:

GIF vía Giphy



3. Re-escritura

Así como te decía que me gusta mucho escribir en caliente, con sentimiento, con el corazón en la mano, ahora te digo que he aprendido que tengo que re-escribir en frío, sin sentimiento y con mucho cerebro.

(Gracias a Pala, mi salvavidas humano por enseñarme esto.)

No estudié literatura pero siempre me ha gustado mucho escribir y procuro aprender cada día más a hacerlo mejor.

La re-escritura suele ser el paso más demorado porque ya abarca la edición del texto, la revisión de la ortografía, de la coherencia, la cohesión, el sentido. A veces hago muchos cambios a veces hago muy pocos, a veces, a pesar de ya haber escrito todo decido volver a escribir sobre otra cosa porque no le siento corazón al texto, a veces pienso "esto es demasiado personal, no sé si debería publicarlo" y a veces me invade el síndrome del impostor y pienso "nadie va a leer esto".

Luego recuerdo que no importa, que suelo escribir más por mí que por alguien más (aunque ustedes hacen parte de la columna vertebral de esto, por supuesto) y entonces me relajo, porque afortunadamente de esto no depende mi vida o al menos por ahora, entonces no tengo que preocuparme paranóicamente por el alcance.

Como les digo todo es muy mutable y eso está bien.


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4. Re-lectura

Luego de sentir que hice las correcciones adecuada intento leerme unas últimas veces con ojos críticos y ajenos, como si fuera una persona al otro lado de la pantalla.

Cuando me leo siempre me pregunto ¿si yo fuera una extraña, leería esto? ¿Es útil? ¿Se entiende?.

Tengo que intentar salirme de mi cerebro, que no siempre es fácil pero cuando lo logro, siempre funciona, o bueno, hasta ahora la funcionado.

A veces lo leo en la mente, a veces se lo paso a alguien para que lo lea (Gracias Cielo por ser mi editora principal ♥) y a veces lo pongo en una de esas páginas de internet donde lo lee en voz alta una voz robótica y así descubro otros micro errorcitos o ya le doy bandera verde.



5. Ilustración y creación gráfica

Además de escribir yo también hago las piezas gráficas, es decir la portada y los pines.

A lo mejor muchas no lo saben pero de hecho esa sí que es una de mis pasiones más profundas, quizá la más fuerte. Es además la razón por la que decidí estudiar, leer y escribir sobre creatividad y por la que decidó comenzar el otro pregrado en diseño visual.

Si quieres ver un poco más de ese lado de mí puedes pasarte por mi instagram (@Alejandradibujaaquí). Porque escribo aquí y dibujo allí (:

Este paso lo disfruto un montón y suele ser los miércoles o los jueves, cuando ya todo el texto está listo.


6. Publicación

Este es el paso más sencillo.

Programar la entrada con fecha y hora, click en "publicar" y listo, ya queda todo ok para que el sábado esté público.

¡Ah! y guardar el pin para que salga el sábado.



7. Revisión

Sin embargo me gusta hacer una última cosa, esta última revisión luego de que la entrada está publicada. La hago el sábado o el domingo.

Me cercioro que visualmente todo sea bonito y coherente y ahí sí abandono el proceso hasta el lunes de la semana que sigue que vuelvo a empezar.



Por lo general así es mi proceso creativo para bloggear.

Para dibujar es otro cuento, completamente distinto porque dibujar para mí sí tiene una dependencia emocional y el proceso es otro, mucho más complejo, incluso creo que aún no lo tengo identificado en su totalidad.

Si les interesa me lo hacen saber y a lo mejor puedo compartirlo luego.

Gracias por leer esto completo, sé que estuvo largo y sabes que no soy fan de las entradas demasiado largas pero esta vez era necesario.


Nos leemos a la próxima.

Un abrazo,

  - Alejandra.



Derechos de autor: foto de portada por Florian Klauer desde Unsplash

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Sobre mí

Holi, yo soy Alejandra. Estudiante, nerd, curiosa y creativa con 23 pares de cromosomas y 26 años.

Siempre tengo conmigo un lápiz rojo y una libreta, porque no quiero que mis ideas se vayan para otro lado y sé que suelen aparecer en los momentos más inoportunos.
Por ejemplo,
a las mías les encanta aparecer mientras me baño.

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