4 acciones ultra fáciles para no procrastinar más.

by - julio 27, 2019



Dejar de procrastinar no es algo que se logre de un día para el otro.

Es más, lo fácil es recaer luego de haber tenido algún avance por más mínimo que sea, porque no hacer nada es mucho más cómodo que hacer lo que tenemos que hacer. Yo lo sé y yo te entiendo.

Pero el problema viene después, cuando no cumplimos con lo que debíamos, o tenemos que apurarnos a hacer todo a última hora y entonces nos ataca esa culpa violenta que pesa toneladas y es más difícil de manejar que la pereza que sentíamos antes.

Aunque dejar de procrastinar no sea nada fácil, sí existen acciones o estrategias ultra fáciles y sencillas  que pueden ayudarte a finalmente dejar ese mal hábito.

Te comparto las que me han funcionado a mí esperando que a ti también te sean útiles.

Empecemos...




1. Congélate

Esta estrategia es la más fácil de todas.

Consiste en congelarte cada vez que vayas a comenzar a procrastinar o cuando te distraigas de hacer lo que debes y vayas a empezar a hacer algo diferente.

Sí, es igual al juego que muchas jugamos cuando éramos pequeñas, quedarnos como estatuas, congeladas, sin movernos.

La idea de esto es pausar la acción y darte unos minutos para hacer consciente el acto de procrastinar. Porque la mayoría de las veces cuando lo hacemos ni siquiera nos damos cuenta de cuándo cambiamos de actividad.

Entonces, sumarle consciencia a la acción va a ayudarte a que te des cuenta que estás por meter la pata y regañarte para poder volver a concentrarte en lo tuyo.


2. Haz Checklist ultra sencillos

Este consejo se lo aprendí a Gabriela H, sí, la misma que he mencionado en entradas anteriores. Ya te he dicho que es mi sensei en muchas cosas de organización y productivdad jajajaja.

La clave aquí es desglosar una tarea grande en muchas acciones pequeñitas y meeeega sencillas.

Por ejemplo, si tengo que escribir un texto para la universidad podría desglosar las acciones en otras microscópicas y tontas como:

- Abrir un Drive o el editor de textos con el que trabajes
- Crear un documento nuevo
- Escribir mi nombre
- Escribir mi documento de identidad
- Escribir el primer renglón
...
...

Yo sé que suena a chiste pero esa es la idea. Continúa la lista así hasta que sepas que terminarás o que tendrás suficiente cuerda para seguir y acabar sin enumerar cada acción por más pequeña que sea.

¿Esto por qué funciona?

Pues bien, lo que sucede es que tener por cumplir acciones que tú misma te dices "hacer eso es demasiado fácil" te motiva a realmente hacerlo en vez de seguir aplazándolo.

Piensas que algo tan sencillo podría hacerlo cualquiera, hasta tú, y entonces ¡lo haces!

¡M Á G I C O!


3. Cuenta regresiva

Esta estrategia es útil especialmente para comenzar algo que te cuesta muchíiiisimo o para volver a concentrarte cuando te pillas haciendo lo que no debes.

Porque muchas veces reconectarte o comenzar suele ser lo más difícil.

Consiste en hacer una cuenta regresiva 5...4...3...2...1 ¡y empezar!

Cuando se acabe la cuenta tienes que obligarte a empezar, sí o sí. Sin dudarlo y sin permitirte volver a contar.

Esto funciona como una motivación flash o un impulso explosivo.

El compromiso es contigo misma entonces no te quedes mal, hazte caso y empieza.


4. La regla de los 5 minutos

Esta regla consiste en hacer absolutamente todo lo que te lleve menos de 5 minutos en el momento exacto en el que se te cruce en el camino. Hacerlo simplemente porque toma muuuy poco tiempo, sin pensarlo y sin mente.

Por ejemplo, organizar la cama, lavar los platos de cada comida o recoger la ropa sucia.

Son acciones que para llevar a cabo te toman menos de 5 minutos, entonces hazlas inmediatamente se te atraviesen.

En esta regla caben infinidad de actividades y te juro que te será útil hasta para lo menos pensado. Yo me he sorprendido de ello.

Tú tenla presente constantemente y para cada cosa que debas hacer prométete hacerla ahí mismo si te toma menos de 5 minutos.



¿Son o no acciones ultra fáciles que podrías hacer todo el tiempo para dejar de procrastinar?

Realmente cualquiera puede hacerlas y de lo sencillas que son se vuelven aplicables día a día.

A mí me sirve mucho pensar que al final voy a amarme si las hago porque logro dejar de aplazar lo pendiente.

Es que son cosas tan fáciles que no hacerlas ya sería el colmo.


Nos leemos a la próxima.

Un abrazo,

  - Alejandra.



Derechos de autor: foto de portada por Kevin Bhagat desde Unsplash

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