Vuelve a la rutina tratando de no morir en el intento

by - enero 26, 2019


Yo de verdad quería que el título de esta entrada fuera "Vuelve a la rutina sin morir en el intento" pero me sentí supremamente hipócrita si escribía algo así porque la verdad es que yo misma estoy muriendo en el intento.

Entonces tuve que cambiar el título porque ante todo ser coherente.

Pero a pesar de que me estoy muriendo, estoy haciendo algunas cosas para intentar sobrevivir, ¡porque realmente lo estoy intentando! Así que pensé que quizá estas cosas que a mí me han servido también podrían ayudarte a ti y por eso te las comparto con amor y tristeza a la vez.

Empecemos...




El contexto de esta entrada es que llevo casi 5 meses en paro de la universidad, es decir 5 meses sin clase, es decir 5 meses sin estudiar, es decir 5 meses haciendo todas las cosas que amo pero no puedo hacer todo el tiempo mientras estoy en la universidad, es decir 5 meses de la vida que quisiera para el resto de mis días (aunque incluiría los ingresos en la ecuación), es decir 5 meses de felicidad profunda para mi artista interior.


Todo ha sido rico y delicioso pero debo aceptar que hay que volver a la universidad y hay que volver a estudiar a ver si me gradúo algún día.


No sé si tu también debas volver a la universidad o debas es volver al trabajo luego de unas deliciosas vacaciones, pero si piensas en eso y se te parte el alma, es probable que el proceso te esté dando tan duro como a mí, pero como dije, es lo que hay y es lo que toca hacer.

Si a pesar de estar muriendo quieres sobrevivir (que supongo que sí porque por eso es que estás leyendo esto) aquí te van algunos micro consejos que espero puedan ayudarte a volver a la rutina teniendo al menos salud mental.



1. Mantén la calma 

El secreto del regreso está en mantener la calma.


Especialmente si volver a la rutina te genera tanta ansiedad como a mí que una noche de tanto pensarlo casi no me deja conciliar el sueño.

Yo sé que suena obvio pero te lo digo porque pensarlo y recordarlo a mí no me cayó nada mal.

Yo soy una persona muy ansiosa, especialmente cuando siento que no tengo bajo control cosas que son mi responsabilidad, como en este caso es estudiar.

Entonces mantener la calma de verdad que es un consejo esencial, especialmente porque cuando la ansiedad lidera tu cabeza no logras pensar nada claramente y no logras encontrar salida ni solución a cualquier micro problema quedándote a vivir en un círculo vicioso que funciona así:


Te da mucha ansiedad no estudiar pero no estudias porque tienes demasiada ansiedad.


¿Te suena, eh? No estás solo/a. Es un asco, pero calmarte puede ayudarte a estar mejor, y si sientes que es algo que se te sale de las manos busca terapia psicológica, que es el mejor regalo que podrías darte.

Luego de tener presente constantemente que tenemos que mantener la calma es cuando estamos listos para pasar al siguiente punto.



2. Retorna a las actividades de forma progresiva


Sé que hacer esto da mucha, muchísima pereza y también sé que no aplica para todas las actividades pero para las que sí es un acto que realmente ayuda.

Muchos (y no digo todos porque yo soy una de las que no entra en esa categoría) durante las vacaciones (o el paro en el caso de casi todos los estudiante de universidades públicas del país) quieren es dormir hasta tarde y trasnochar viendo series o películas, y este detalle choca con que la realidad de que tendrás otra vez las maldingas clases de 6am que deberían ser inconstitucionales, o un horario de trabajo que comienza entre 7 y 8am.


Así que por ejemplo volver a levantarte temprano de forma paulatina es una de las cosas que puede ayudarte a sobrevivir al volver a la rutina.

Es decir, si llevas equis tiempo levantándote a las 11am, mi propuesta es que unos días antes de la fecha en la que vuelves a estudiar/trabajar puedes poner la alarma para levantarte cada día una hora antes, es decir el lunes a las 10, el martes a las 9, el miércoles a las 8, el jueves a las 7, y el viernes, sábado y domingo a las 6am.

Sí, sí, sí, sé que puedes pensar que estoy loca por sugerirte madrugar el fin de semana ¡y justo el último que tienes para hibernar como marmota!

Pero en realidad va a ayudarte a no morir luego en esa clase de 6am o en la hora del almuerzo del trabajo.

Además recuerda que yo te doy mis consejos pero la decisión de si los aplicas o no es completamente tuya.

Otras actividades a las que podrías regresar progresivamente son: estudiar o repasar (especialmente si como yo no estás en vacaciones sino en paro y el semestre quedó empezado), bañarte en la mañana justo luego de levantarte o de desayunar (nah, no vengas a decirme que esto igual lo hacías en vacaciones porque no te creo na', todos nos bañanos en la tarde, en la noche o incluso no nos bañábamos siendo un día nodomingo) y comer a las mismas horas en las que podrás comer también la universidad o el trabajo.


3. Recuerda tu horario

Mi confesión es que yo había olvidado el mío.
¡Hey, no me juzguez, 5 meses sin estudiar es mucho tiempo!

Si eres un humano que va a empezar semestre este consejo también es para ti, porque es probable que hayas organizado tu horario a la hora de matricularte y ya no recuerdes cuál es.


El hecho de recordar tu horario (te recuerda el poco tiempo libre que tendrás disponible) te ayudará a planear y organizar las actividades que realizarás cuando vuelvas a esa cotidianidad.


Te pongo un ejemplo conmigo: yo publico una entrada nueva en este blog todos los sábados a las 10:30 am (puedes anotar esa info en algún lado si quieres estar pendiente) Eh, guiño guiño. Ah, pero recuerdo que tengo clase los sábados de 7-1pm (desearía que esto fuera mentira pero es real), entonces sé que tengo que programar la publicación de la entrada desde el viernes y recuerdo que el viernes tengo clase 6-12pm.

Si en estos meses yo me hubiera acostumbrado a escribir las entradas los viernes en la mañana ya sabría que de ahora en adelante no podría hacerlo y tendría que buscar otro espacio para escribir según mi tiempo disponible en semana.

¿Ves que sí es útil?

Recordar nuestro horario nos ayuda a ver mejor los tiempos y poder planear otras actividades.



4. Planea espacios de creación y descanso


La mente (especialmente la ansiosa) te agradecerá si le aclaras que el futuro no es tan caótico como ella piensa e imagina que es.

Entonces planear e insertar en tu horario disponible espacios de creación y descanso es clave para que te motives un poco a volver a la rutina porque ves como una posibilidad no tener que sumergirte 100% en el estudio o el trabajo y eso alegra a cualquier humano creativo o no, (aunque yo insisto que todos somos creativos).

Genera como un fresquito, y te hace pensar que no todo es tan terrible y que el horizonte no es tan oscuro.

Incluso si amas tu trabajo, debes permitirte tener momentos de descanso y esparcimiento porque el cerebro se agota de estar horas y horas en el mismo lugar haciendo la misma actividad.







5. Ordena tu espacio

Este paso es la cereza del pastel, es decir tú haces esto y ya es como ponerte la 10 y decir "¡Listo, cómo fue!" o "Píntelas que yo las coloreo".

Bueno, puedo estar exagerando, pero casi casi.

Ordenar el espacio en el que vas a pasar la mayoría de tu tiempo es fundamental para guiar al cerebro camino a la rutina y hacerle más fácil el trabajo de volver a ella.

Intenta adueñarte y personalizar todo lo que necesites ese espacio, pero ante todo busca que sea cómodo e iluminado, la decoración es un proceso lento y no por que el espacio no tengo todo tu sello personal es menos útil, aunque no les niego que hacerlo bonito alegra muchísimo a nuestro artista interior.



Estoy segura que con estos consejos lograrás sobrevivir al regreso a la rutina, y aunque es probable que los primeros días aún tengas mucha pereza y sueño, al menos tendrás menos ansiedad y eso te permitirá lograr hacer muy bien todo lo que tengas pendiente.

Un abrazo.


       -Alejandra

Derechos de autor: la fotografía de portada es de rawpixel en Unsplash

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