El mejor secreto para aumentar tu creatividad

by - febrero 02, 2019




La creatividad es esa habilidad que lastimosamente la mayoría de la gente ve como un imposible.

Cuando hablo con alguien al respecto casi siempre en la conversación resalta esta frase: ¿Ser creativa/o yo? ¡Ojalá! pero no, no lo soy.

El problema radica en la concepción que solemos tener sobre quien es una "persona creativa". Y realmente no es culpa nuestra (un poco sí, pero sólo un poco). La sociedad ha trabajado arduamente por inculcarnos patrones equivocados y crearnos juicios al respecto, dejándonos sin herramientas para romper esos esquemas.


Porque la realidad es que no solamente el pintor, el escultor, el músico o el artista perfomance son personas creativas, todos somos creativos.


¡¿KHÁ KHÁAAAA?!

Sí, así como lo oyes lees, todos somos creativos pero no todos se preocupan o están interesados en despertar, entrenar y alimentar su creatividad. Porque sí, eso se puede lograr, y si quieres saber cómo sigue leyendo esta entrada, y si quieres saber más puedes ir aquí: Instrucciones para despertar tu creatividad y Aprende a crear: creando.


No puedo pretender ir por la vida intentando contagiarlos a todos de amor por esto.


Pero haré un intento por al menos contagiar a algunos, con quienes pueda crear una familia, hacer un club en el que juguemos "stop", "UNO", Monopoly, Pictionary y veamos caricaturas viejas de Nickelódeon.


Si tú tienes interés por hacer parte de este club y enterarte de este secreto, aquí te va en 3, 2, 1...


Debo confesar que el secreto no es uno sino que son dos, pero van tan de la mano que pueden pensarse como uno sólo, son como una simbiosis, casi.

Hay dos habilidades que permiten entrenar continuamente la creatividad, eso sí, no llegan a uno mágicamente ni crecen solitas de un día para otro. Suelen entrar en acción luego de haber luchado batallas internas y externas con el juicio, la autocrítica y la ansiedad.

No te preocupes si de esas batallas no saliste victoriosa/o a la primera, yo tampoco lo hice, pero volví a enfrentarme a ellas y así es como he llegado hasta aquí.


Habilidad #1: curiosidad

La curiosidad es otra de las habilidades que las personas suelen ver como imposible, piensan "yo no nací curioso y si no nací así pues no lo soy y no lo seré". Adultos tercos.

Pero se equivocan y pasa algo muy similar a lo que sucede con la creatividad: no nos permitimos ser o aceptarnos curiosos.

Estamos tan inmersos en el trabajo, el tiempo, las tareas, las entregas, las reuniones, que la vida pasa por nuestras narices y no nos damos ni cuenta.

Estamos tan afanados y tan estresados que se nos olvida vivir.

No nos damos tiempo ni espacio para disfrutar las cosas simples y esa es la chispa mágica que despierta la curiosidad. Tampoco nos permitimos escucharnos a nosotros mismos o dejar salir a ese niño interior que es curioso el 100% de su tiempo, el niño que pregunta el "¿por qué?" de todo.

¿Qué tal si en nuestra ocupada agenda dejamos un tiempo para nosotros? Para salir a pasear el perro sin celular en la mano, para leer, para salir a caminar sin rumbo, para meditar, para pintar, para hacer lo que nos haga vibrar el alma. Ese es el primer paso que nos abrirá el camino de descubrir qué nos genera curiosidad, porque te aseguro que una vez que empiezas ya no puedes parar.


Habilidad #2: capacidad de asombro

Desarrollar nuestra capacidad de asombro es una razón más para permitirle a nuestro niño interior salir a hacer su show. Ese niño que sabe hacerlo todo por naturaleza pero no se entera, y no se quiere enterar. No hay nada más dulce que ver a un pequeño sorprenderse por cosas simples como la lluvia, las nubes, los colores, los animalitos pequeños.

Pero recordemos que la capacidad de asombro incluye no sólo la sorpresa y el estado anonadado que genera vivir o descubrir algo inesperado sino la explosión interna de felicidad y esa sensación de miedo pero disfrute profundo al observar, oír, oler, probar o tocar algo que parece funcionar o existir por arte de magia.


Por lo general los adultos dejan de sorprenderse porque creen que lo saben todo ¡pero qué equivocados están!


Cuando la razón y la rutina lideran sus vidas olvidan e ignoran todo lo que es realmente interesante: los remolinitos de viento pequeñitos que elevan las hojas del suelo, los arcoiris, los caminitos de hormigas que llevan hojitas o azúcan como comida a su casa, los colores de los pájaros, el crujir que suena cuando pisamos una hoja seca (mi sonido favorito en el mundo), el sonido de la lluvia.

¡Pobres! Se están perdiendo de toda la diversión.

La clave está en prestar atención y detener nuestro piloto automático.


No necesitas ir a ningún lugar lejano para encontrar maravillas, seguro si te asomas a tu ventana tienes un mundo entero por descubrir. Intenta vivir con ojos y corazón de niño pequeño, curioso, asombrado, desconocedor, cazador de ideas, de monstruos, de creatividad.

Suena interesante ¿no?

Puedes intentarlo al menos por un día.


Intenta cada día vivir más como un niño pequeño que se divierte todo el tiempo y menos como un adulto aburrido.


Un abrazo.

      - Alejandra. 
Declaración de derechos de autor: la fotografía de fondo de la portada es de  Estée Janssens de Unsplash

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