Cómo estudiar cuando te sientes desmotivada

by - abril 27, 2019




Nos podemos sentir desmotivadas en cualquier momento pero cuando se acerca el final de semestre las ganas de estudiar se esfuman mágicamente.

¡Sí que cuesta lograr responder a las responsabilidades cuando el cansancio es tan extremo!

Lastimosamente la realidad es que aunque cueste hay que responder, y no, no te vas a tirar a estas alturas todo el buen trabajo que has logrado.

Yo estoy en época de fin de semestre, y en este momento estudiar para exámenes finales es el triple de difícil, por eso voy a compartirte algunos de los trucos que a mí me ayudan a sobrevivir para que a la final todas seamos siempre triunfadoras nunca intriunfadoras.

Empecemos...




1. Establece micro tareas y micro objetivos

Esto puedes hacerlo en 3 aspectos o variables: tiempo, temas o fuentes de estudio.

Cuál o cuáles aplicar depende de tú método de estudio y tus tareas pendientes, además pueden mezclarse entre sí.

Yo por ejemplo uso micro objetivos de tiempo para micro tareas de temas o subtemas, es decir, mis objetivos casi siempre consisten en estudiar equis tema en equis tiempo.

Minimizar tus acciones permite que las veas mucho más alcanzables y menos agobiantes y abrumadoras, y por ello te motives más fácil a hacerlas porque son tonterías, que incluso puedes lograr así no tengas ganas de estudiar.


2. Recuérdate constantemente qué quieres lograr y por qué

Es fácil y común que en este momento ya sólo pienses en terminar y hayas olvidado por qué estás estudiando lo que estás estudiando o por qué matriculaste esa electiva que al final no resultó ser nada de lo que esperabas.

Tu motivación puede renacer así sea microscópicamente cuando te recuerdas qué quieres lograr y por qué, eso te da ese último empujoncito que necesitas para sobrevivir a pesar de todo.

Todas las razones que puedas tener son igual de válidas y varían en razón de tu tipo de motivación, por ejemplo, puedes querer ganar la materia porque es de tus favoritas, y para ganarla, hay que estudiar, o puedes queres evitar perderla porque la odias y no te vas a permitir repetirla entonces, hay que estudiar.

No importa la razón, el actuar siempre es el mismo: estudiar.

¿Así que qué te queda por hacer?

...Exacto, estudiar.






3. Cambia de espacio o lugar de estudio

El cansancio a estas alturas es una realidad, y para el cerebro no es tarea fácil concentrarse en espacios donde se siente "cómo en casa" y ya conoce todas las distracciones que tiene cerca.

Sí, nuestro cerebro a veces se autosabotea.

Por eso a lo mejor te caiga bien cambiar de lugar de estudio, como irte a una biblioteca cercana o estudiar en la biblioteca de tu universidad (si sí es un espacio silencioso, porque algunas no lo son), o si no puedes o no quieres salir de tu casa, al menos cambiar de espacio dentro de ella, moverte del estudio para tu cuarto, o de tu cuarto para la sala.

El cerebro se motiva con ese cambio de espacio porque es una novedad y olvida que lleva meses estudiando la misma materia.

Y la verdad es que en este momento cualquier motivación, por chiquita que parezca, es bienvenida, y nos puede salvar del abandono precoz a estudiar.


4. Date micro descansos

No puedes esperar que al final del semestre tu cerebro y tu concentración te den el 100% al que estás acostumbrada porque no va a suceder -a menos que seas de otro planeta y a estas alturas no sientas que quieres mandar todo al carajo-.

Por eso, como siempre digo, hay que intentar hacernos la vida más fácil.

Darte micro descansos entre equis cantidad de tiempo o después de cumplir equis objetivo te ayuda a volver a recargar un poquito las pilas para continuar.

Eso sí, deben ser micros de verdad y ojalá varios a lo largo del día.

Es más efectivo tener por ejemplo 4, 5 o 6 micro descansos de 5 o 10 minutos que 1 o 2 de 30 minutos, 1 o 2 horas, porque en los descansos que son demasiado extensos el cerebro pierde el foco por completo y volver a retomar toda la concentración conlleva más tiempo y es más difícil.

Durante los micro descansos permítete hacer actividades completamente diferentes a las académicas, y aléjate de la culpa por vagar un micro ratico, porque en realidad te cae como anillo al dedo.






5. Hazlo por una recompensa

Puede que te esté pidiendo demasiado si te digo que te motives por ti mismo y está bien.

Hay personas que tienen más desarrollada una motivación liderada por las recompensas externas y eso también es normal, es más, a todos nos cae bien en realidad.

Parece algo de niños chiquitos pero a pesar del tiempo todos seguimos motivándonos por conseguir eso de ahí afuera. Puedes proponerte estudiar y que al terminar te auto invites a comer algo que te encanta, o que te permitas ver ese capítulo estreno de la serie que tanto te gusta.

Te aseguro que algo así va a lograr movilizarte a terminar lo que tienes pendiente.


Amiga, yo sé que manejar la vaina es difícil, y sé que a estas alturas uno ya no quiere nada (porque yo estoy en las mismas y tampoco quiero nada).

Sin embargo espero que los consejos que acabo de darte te sirvan para lograr dar el último paso.

Piensa que es la recta final y lo que hagas es el último esfuerzo, haz cosas que tu yo del futuro te agradezca y sabes que realmente lo más difícil es empezar, luego, aunque cuesta, todo fluye.


Un abrazo,

   - Alejandra.



Derechos de autor: Foto de portada por Sebastian Mantel desde Unsplash

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