El camino por el que descubrí que soy una persona creativa

by - marzo 23, 2019




Hoy en día tengo la plena convicción de que TODOS somos creativos, pero no siempre ha sido así.

Jamás había incluido dentro de mis características el hecho de ser "curiosa y creativa", aunque ahora es algo que no sólo está en mi descripción de redes sociales sino que podría estar en mi tarjeta de presentación (si tuviera una).

Como sé que aceptarse como persona creativa no es tarea fácil, voy a contarte todo el camino que recorrí para conseguirlo. Porque no fue que un día me levanté creyéndomelo y ya está.

Aclaración: la historia que voy a contarte a continuación es algo larga y personal, pero te la cuento porque quiero desmitificar lo que nos han hecho creer sobre el futuro, las pasiones y la profesión. Conocerla quizá pueda ayudarte a entender detalles de tu propio camino y que esta ruta de crecer y conocernos sea un poquitico más fácil.

Empecemos...




Aunque no me aceptaba ni me reconocía como "curiosa y creativa" hay otro calificativo que he cargado a la espalda desde que tengo memoria y es el de "nerd", y debo confesar que es algo de lo que jamás me he sentido orgullosa (aunque debería), porque lastimosamente es una característica positiva de la que la sociedad nos ha creado una idea contraria.

Nunca supe cómo dejar de ser nerd aunque era algo que quería con todas mis fuerzas, intenté incluso perder materias en el colegio, pero nunca pude, ahora sé que lo que me hace nerd es mi ansiedad pero eso también lo sé hace muy poco tiempo.

Ser la nerd (aún sin querer) hizo que durante muchísimos años de mi vida fuera una persona de muy pocos amigos, y entonces en ese tiempo a solas encontraba mil cosas distintas que hacer.

Por eso tengo una lista enorme de cosas que he aprendido por mi propia cuenta o con ayuda de youtube (porque en mi vida no ha existido desde siempre) de las cuales en este momento recuerdo por ejemplo busitería con chaquiras, tarjetas con gomina y mirella, filigrana, fotografía, edición de video, marketing digital, creación de contenido, blogging, edición de fotos, bordado y la lista sigue.

Sin embargo han sido cosas que no he hecho por mucho tiempo porque cuando las micro domino ya me aburro y quiero aprender otra cosa.

Por mucho tiempo pensé en ello como un problema o un defecto mío, el aburrirme de las cosas hacía que no las hiciera más y empecé a pensar en mí como alguien que no es capaz de terminar las cosas que empieza.

Eso fue un peso terrible que cargué por años y me taladraba la cabeza porque me hacía considerar alguien que podía ser muchas cosas pero seguro "disciplinada" no era una de ellas.

¿Qué persona "disciplinada" hace mil cosas pero no se toma en serio ninguna?...

...


Una persona creativa.






¡Bingo!

Me demoré años en entender eso y es claro para mí hace apenas un año (Facebook me lo recordó porque publiqué un estado al respecto), cuando empecé a darme cuenta que me llama la atención casi todo lo que desconozco.

Al ponerme en la tarea de hacer retrospección sobre ese asunto descubrí que las dudas, los cuadernos, los libros y los colores han sido mis compañeros constantes de este viaje llamado vida.


Decidí cavar lo más adentro que pudiera en esos recuerdos y recordé muchas cosas que olvidé por años. De niña pasaba horas leyendo, coloreando (tenía miles de libritos para colorear y los amaba profundamente, eran como mi tesoro), escribiendo en diarios, inventándome canciones con sus respectivas letras, haciendo poemas, o bueno, rimas cortas. Rayaba y dibujaba feliz en las paredes de mi casa y las tablas de mi cama, aunque después aprendí que me regañaban menos si lo hacía en papeles o cartulinas.

Cuando crecí un poquito y tuve un poco más de destreza manual fue que me dediqué full a hacer bisutería con chaquiras, o manillas con hilos, y podía pasar horas entretenida en esas cosas.

En la adolescencia dije que quería aprender fotografía y mis papás tan lindos como siempre me han dejado explorar todo lo que he querido, me acuerdo que me regalaron una cámara compacta Lumix rosada, luego de esa llegó una semiprofesional, y al pasar los años una Nikon profesional.

Empecé a explorar sola con photoshop y estuve unos meses en un curso básico pero era aburrido porque no me enseñaban nada nuevo.

¡Momento!
Aquí va otro punto de la historia que necesita un micro contexto.

Yo estudié toda la vida en un colegio musical, por eso aprendí a cantar, tocar piano y violín. Cuando estaban en 11 para obtener el título de "Bachiller académico musical" debía graduarme con un recital, pero yo detestaba tocar piano o violín y no practicaba casi nada (perdón papás, les mentí, sé que debía hacerlo pero me hacía infeliz) entonces no era lo suficientemente buena como para montar un gran repertorio y además de todo, realmente no quería.

Entonces para graduarme me daban 2 opciones más, podría escribir una monografía o componer.

Adivinen qué elegí...

La composición.

En ese momento hice lo que me pidieron, cumplí con todo y aunque no lo disfruté, igual cumplí, tuve mi grado, título, diploma y fin. Pero cuando miré hacía atrás y pensé en esto me di cuenta que había elegido (otra vez) la creación de algo desde cero, la composición musical.

A mí se me explotó el cerebro durante todos esos días que recordé todo lo que acabo de contarles y empecé a atar estos cabos, cada día era más claro para mí que durante toda mi vida había tenido esa inclinación por crear, y era turbo sorprendente pensar en todo lo que había hecho por simple curiosidad.

En ese punto todo hubiera podido ser color de rosa porque había descubierto un poquito eso que me hacía vibrar el alma, pero la realidad fue otra.


Cuando comencé a entenderlo todo ahí estaba yo, Alejandra, con 25 años cursando 7mo semestre de Medicina Veterinaria, algo que tiene poco o nada que ver con el arte y la creatividad.

La crisis profesional y existencial que desarrollé por ellos ha sido la segunda peor etapa de mi vida, pero afortunadamente "solo" duró un año.

No descubrí en un día que era una persona creativa pero mi crisis sí se gestó en una sola noche.

¿Qué hacía alguien creativo, que sentía tanto amor y pasión por el arte en 7mo semestre de un pregrado tan académico y absorbente?

Esa es otra historia y en esta entrada sobre ¿qué pasó después de descubrirme creativa? en esto que se llama "Alejandra escribe aquí.




Discúlpenme por cortar esto tan en la mitad de todo cual novela turbo entretenida pero detesto las entradas tuuuurbo largas o eternas y me opongo a publicar algo que ni yo misma leería.

Mi objetivo principal como te dije en un comienzo es desmitificar lo que nos han hecho creer sobre el futuro, las pasiones y la profesión.

Nos han repetido tantas cosas erróneas que hemos acabamos creyéndolas, y digo "hemos" porque me incluyo, yo he tenido que pasarla tan mal luchando con el "deber ser" que quisiera ayudar a otros para que su camino sea menos tortuoso.

Si quieren saber cómo sigue la historia pendiente de la próxima publicación, y si quieren compartir un poco sus opiniones u experiencias personas (que pueden publicarse de forma anónima) la parte de comentarios de aquí abajo es toda suya.


Nos vemos entonces.

Un abrazo,


    - Alejandra


Pd. Te escribe la Alejandra del 2024. Desde hace varios años había sostenido este espacio por física nostalgia.
Y apenas ahora, unos 4 o 5 años después me di cuenta que dejé a las personas que me leían en la
intermperie y me excuso por ello. Mi proyecto (y negocio) actual  que habla
también de gestión de tiempo y tareas, además de muchas cosas más se llama "A ver yo veo" 
y he decido crear sin pensar en el algoritmo por lo que he tomado distancia de las redes sociales,
pero me encuentras en mi página web, ahí encontrarás un formato para sumarte a mi newsletter;también
tengo un podcast que se llama "Sin tanto plan", y hace poco regresé a mi canal de YouTube.

Así que nos vemos por ahí.

Un abrazo desde el futuro.


Derechos de autor: la foto de portada pertenece a Fred Kearney desde Unsplash 

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